"La chica danesa"

Hace solo un par de semanas que he podido ver esta película en tv que me ha causado una buena impresión, aún siendo un drama.

Recoge la historia de un matrimonio danés de los años 20, una historia real que primero inspiró una novela que sirvió de base a esta película. Einar y Gerda forman una pareja real, cómplices y apasionados. Ambos son artistas, concretamente pintores. Él un reconocido paisajista que tiene su inspiración en la tierra donde creció. Ella, Gerda, es retratista y busca un hueco en el mercado del arte, en una época en la que era muy difícil que una mujer consiguiese el reconocimiento.

Reciben una invitación a una fiesta y juntos comienzan un extraño juego que tendrá consecuencias para su relación. Einar se viste de mujer para esa fiesta con la complicidad de su mujer, lo que despierta en el unos sentimientos que tenia dormidos desde su adolescencia: se siente mujer y esta vez no está dispuesto a renunciar de nuevo a su verdad.

La historia nos da una lección de vida, nos enseña como debe ser el amor entre las personas: comprensión y aceptación. Gerda, es una gran mujer, luchadora, fuerte e independiente, se mantiene al lado de su marido ayudándolo y apoyándolo en todo el proceso de transformación aún sabiendo que eso significa perderle como hombre. Nunca dejará de quererle.

Bien, esa es la trama principal de la película, pero yo, como historiadora del arte, lo que quiero destacar de la película es la evolución artística de los protagonistas que va en paralelo a la trama principal.

Como dije al principio, ambos son pintores. Pero mientras Einar goza del reconocimiento de la sociedad, de los marchantes y las galerías, Gerda trata de buscar su sitio y conseguir vender sus retratos. Al comenzar su transformación Einar deja de pintar, desaparece como artista. Al mismo tiempo, su esposa da un giro a su estilo, desde el clasicismo da un salto hacía una nueva manera de expresarse más contemporánea inspirada por Lili, la nueva personalidad femenina de su marido. Paradójicamante, mientras Einar desaparece como hombre y artista, Gerda alcanza el éxito y el reconocimiento como retratista.

Con sus nuevos retratos, Gerda consigue el buscado triunfo como artista. Unos retratos que podemos comparar con otros de artistas que siguen la estética del Art Decó por esas décadas como Tamara Lempicka, y que le abran las puertas de las galerías de París.

El matrimonio se traslada a París donde ella no para de exponer. En los año 20/30 París es el centro europeo del arte, donde los más destacados artistas vanguardistas conviven dejándose llevar y creando diferentes corrientes artísticas, entre ellas el modernismo aplicado en arquitectura y decoración de interior y exteriores. Esta corriente se puede ver reflejado en algunas de las escenas que tienen lugar en interiores, como la escalera donde Gerda se encuentra con un marchante amigo. Además destacaría, en este sentido, que artisticamente la película tiene una estética muy cuidada en cuando a planos y fotografía, las escenas tienen lugar en espacios interiores diseñados con mucho gusto al detalle, pero también exteriores impresionantes. Y luego están los estilismos, elegantes y preciosos vestidos y trajes a la moda de los años 20.  

Para finalizar este breve análisis y volviendo a la relación de este matrimonio, añadir que en cierto modo Gerda expresa su amor y la admiración que siente por Einar en los retratos de Lili, a quién no dejará de pintar durante el resto de su vida.

El tema central, sin duda es de lo más controvertido para la época, pero se trata con mucho respeto y reflejando la apertura de mente con la que los artistas entienden el mundo y las relaciones. Los más allegados al matrimonio tratan la situación con naturalidad y comprensión total, apoyando a la pareja en todo momento.

Porque existen tantas formas de amar como relaciones.


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